miércoles, 15 de junio de 2011

La Fantasía de Íroas, Hijos de los Dioses II

En el primer capítulo de este monográfico abordamos las fuentes; allí de donde "bebí" para crear el mundo fantástico de Íroas, Hijos de los Dioses. En esta segunda y última parte veremos como está dispuesta esa fantasía y, sobre todo, la manera en que las partes enfrentadas en el conflicto de la caída de la Atlántida hacen uso de ella. Finalmente avanzaremos algo de Éter, la novela conclusa de la saga.

Para no malmeter el argumento de los que aún no hayan leído Tres Profecías avanzaremos con el máximo tiento posible sin profanar los mistéricos templos de la narrativa.



Los Dioses del Olimpo

Son los defensores de las fuerzas naturales de la Tierra. En Tres Profecías asistimos al nacimiento del líder que ha de conducir a los ejércitos de los pueblos de nuestro planeta hasta la batalla suprema por la hegemonía de la Tierra.

No son Zeus y Hera los verdaderos protagonistas de esta aventura; tienen, eso sí, un papel significativo pero el peso de la narración recae, por lo que refiere a la fantasía, a dos seres bien distintos pero acaban formando uno solo.

Althea es una diosa menor encerrada en el cuerpo de una loba cavernaria. Sus poderes del Olimpo se transmiten a Dorian, el Íroas, el verdadero protagonista de toda la saga.

La curación, el aumento de los sentidos humanos. O los poderes de los caninos. Todo ello convierte al Íroas en un verdadero semi-dios; olfato, vista, tacto, oído, gusto, así como todas su fuerza motriz, reciben un superlativo incremento potencial que le preparan para lo que ha de venir.

Pero es la inteligencia su mayor virtud; los consejos de Althea convierten a Dorian en un ser difícilmente doblegable por métodos convencionales. Cada dificultad es resuelta de modo brillante y original; la materia gris de la semidiosa es una bendición para el Íroas.

De Hera, la esposa de Zeus, recibe el poder de la persuasión femenina; clave para resolver algunos episodios dramáticos.


La inteligencia de Althea convierte a Dorian en el Íroas.


Finalmente hay un suceso en la parte final de Tres Profecías que conviene destacar. La licantropía aparece entendida de un modo distinta a lo habitual. No es un hombre lobo a la moda y uso. Es una metamorfosis al más puro estilo kafkiano pero llena de dolor, pues emerge de un dolor profundo y absoluto; de allí donde afloran las esencias más puras de esos instintos que nos convierten en humanos.

Licantropía al estilo kafkiano



Los Atlantes

Es sin duda la fantasía más original de la saga.

Los dioses olímpicos son mitos estudiados y reconocidos; sus poderes son de sobras conocidos y ampliamente difundidos.

La Atlántida, como continente misterioso y desaparecido, me ha dado la oportunidad de disfrutar dando rienda suelta a mi imaginación y a mis influencias. No tenía freno alguno, más allá de que el todo tuviese una lógica y una coherencia en sí mismo.

Aplicando la filosofía platónica hasta sus últimos extremos la sociedad atlante aparece como totalmente distinta de las comunidades humanas; muy avanzada para su época pero ahora, ya en el siglo XXI, es un modelo obsoleto y, como ocurre con el comunismo, es una utopía imposible de realizar.

No difundiré los detalles fantasiosos más originales, pues ello le haría perder frescura a la lectura de las novelas, pero sí aportar algunos detalles.

LOS CABALLOS ALADOS. Un montón de Pegasos vuelan por los cielos mediterráneos y atlánticos montados por unos jinetes con una aureola mística. Ambos, montura y caballero, están imbuidos de una perfección y elegancia oscilando en una equilibrada armonía.


Los caballos alados, las monturas de los Hijos de los Dioses



Los atlantes se dividen en dos tipos de seres antropomorfos.

-LOS DIVINOS ATLANTES; cuatro en total. Frágiles de cuerpo pero con una inteligencia y un dominio de la tecnología más allá incluso de nuestro siglo XXI. Al igual que el Emperador Palpatine de Star Wars pueden concentrar sus energías y defenderse con dañinas descargas eléctricas.

Insiparción para los Divinos Atlantes; Palpatine luchando contra Yoda en el Episodio III.

-LOS HIJOS DE LOS DIOSES; éstos son los soldados de los divinos atlantes. Con una media de vida más allá de los ciento cincuenta años, casi no tienen ninguna de las debilidades de los humanos. Son algo más altos que éstos, hermosos y perfeccionistas hasta el extremo más absoluto. Y de ahí nace su verdadero poder. Un cuerpo disciplinado, totalmente doblegado al designio de sus dioses, actúa como arma de choque. Su debilidad es su mínima parte humana; una debilidad escondida pero latente.

Ha sido la evocación de los elfos de Tolkien lo que me ha inspirado a los Hijos de los Dioses. La imagen de la entrada en el Abismo de Helm del pelotón de los galadhrim comandado por Haldir de Lórien (una invención de Peter Jackson en la versión cinematográfica), elegante y serena, con ese ritmo marcial, influyó en la creación de los Hijos de los Dioses.


La belleza de los elfos en el Abismo de Helm no tiene paragón.



Éter

Tres Profecías es la creación del Íroas; su nacimiento, la razón de su origen, y su transformación como tal. Es, también, la novela de los hombres, de los seres humanos; amor, victoria, éxito, dolor, sufrimiento, son hechos paralelos a los mismos hombres.

Éter es el enfrentamiento, la caída de la Atlántida. Pero también es la novela de los atlantes. Ahí aparecen en todo su esplendor.

Los detalles del origen de los Divinos Atlantes. El milagro tecnológico del nacimiento de los Hijos de los Dioses. La vida social de éstos. Sus perfecciones, sus debilidades. Estos aspectos son el verdadero corazón de Éter. Todas las preguntas quedan ahí resueltas.

Además se redoblan los mitos de la novela inicial de la saga. Los mitos más universales como son los minoicos, los asirios, los egipcios y los nórdicos acompañarán a Dorian en su lucha contra la amenaza atlante.

El laberinto de Minos y su ciudad-palacio, el misterio del domador de leones y los ligres (una mezcla de león y tigre) de los asirios, Thor y Odín en Asgard en su lucha contra los vaniren o el inframundo egipcio con Apofis, Osiris o el propio Anubis. Configuran el mundo fantástico de nuestros mitos más ancestrales.

13 comentarios:

Bea Magaña dijo...

Genial, Jordi! De todas las entradas que has publicado hasta ahora, ésta es mi favorita, sin lugar a dudas.
Ahora sí, por fin, explicas (con la elegancia y la maestría de siempre) lo que hay detrás de esa maravillosa portada. Gracias, supongo que hablo en nombre de muchos lectores y futuros lectores de tu saga.
¿Te he dicho ya que me muero por leer Éter? 8)
Un abrazo.

Jordi Nogués dijo...

Gracias, Bea; tus comentarios siempre aportan esa parte de crítica positiva tan necesaria en toda obra.
Un abrazo.

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Jordi ya tengo tu libro!!! bueno ya te contaré que tal

Jordi Nogués dijo...

Estupendo, Susana. Ya me dirás tu opinión.

Un abrazo

Irene Comendador dijo...

Pues llego de novata, pero a ver si dentro de tanto nombre y dato importante, dentro de todo lo que en esta entrada nos cuentas, sobre caballos alados, mundos utópicos y criaturas celestiales (como son para mi los elfos) me empiezo a ubicar, jeje
Gracias por pasar por mi casa, se siempre bienvenido
Te dejo un beso y a ver si me voy poniendo al día por aquí, que tengo trabajo por lo que veo ;)
(Ya te enlazo en mi blogroll)

Jordi Nogués dijo...

Gracias, Irene; tu presencia por aquí siempre será benvenida. Todo un placer.

Un abrazo

Anónimo dijo...

hola jordi ya me llegó el libro que pedí a la editorial a ver si así te lee más gente

Besos
Susi

Jordi Nogués dijo...

Muy agradecido por tu soporte, Susana; cuando lo hayas terminado me dices tu opinión.

Un saludo

Anónimo dijo...

no te preocupes que cuando ponga la reseña de tu libro te aviso

Saru dijo...

No había visto esta entrada pero nunca es tarde para aprender.
Ahora entiendo un poco más la portada de tu libro.

Jordi Nogués dijo...

Hola, Saru: aquí te dejo un link que explica muy bien el motivo de la portada de Tres Profecías; http://iroashijosdelosdioses.blogspot.com/2011/03/explicacion-de-la-portada-y-del-titulo.html

Espero que sea de tu agrado.

Un fuerte abrazo, Saru.

Anónimo dijo...

pues si lo poco que he podido leer me recueda al señor de los anillos (eso es un piropo)