miércoles, 22 de junio de 2011

Los Juegos Olímpicos I

La saga Íroas, Hijos de los Dioses aglutina distintos géneros e ideas. Se le ha incluido en el género de fantasía histórica pues amalgama ambos conceptos. La fantasía ya ha sido tratada. La mitología de la Atlántida también. De la historia hemos estudiado la colonización griega por el Mediterráneo en el siglo VIII a.C. Falta, pues, ver los Juegos Olímpicos.

El nacimiento de Olimpia como santuario y la idea olímpica. Las pruebas, los atletas, las instalaciones. La arqueología de hoy día y los juegos modernos.

Tres serán los capítulos del monográfico. Aquí comienza el primero.


El nacimiento de Olimpia

En la antigüedad cuando el heraldo olímpico recorría el continente griego invitando a todos los ciudadanos al festival religioso del santuario de Zeus, en todas las regiones helenas las armas descansaban y cesaban las hostilidades. Disfrutaban de la “tregua sagrada”.

Olimpia tenía un especial significado: lo consideraban un patrimonio común a todos los griegos.

Pero, ¿Cuándo adquiere ese carácter unívocamente universal? Fue un proceso lento pero continuado.

Su configuración como santuario sagrado es testimoniada por la arqueología; numerosas vasijas del período micénico, siglo XI a.C., nos confirman ya su existencia. Durante los siglos X, IX y VIII las ofrendas de exvotos (figurillas de animales moldeadas en arcilla o fundidas en bronce) la ratifican como un lugar de culto en un entorno eminentemente rural.

Zeus era ya el señor del santuario, aunque ya se veneraban a otras divinidades (Gaia, Artemsia, Afrodita y Deméter). Y como santuario su importancia era menor, sólo de carácter local.

Fueron, naturalmente, las condiciones geográficas las que condujeron a su nacimiento como santuario; el monte Cronión, el agua del río Alfeo. Ese valle era el lugar donde los habitantes de las cercanías fundaron el santuario. El motivo: dar gracias a los dioses y asegurar para el futuro los dones que la naturaleza con que habían sido bendecidos por esas divinidades.



Vista aérea de la zona actual de Olimpia; el monte Cronión domina el valle. A su derecha aún pude verse el río Alfeo. En la falta de la montaña, los restos arqueológicos del santuario.


El oráculo del Zeus Olímpico

A partir de los inicios del siglo VIII a.C. comienzan a encontrarse ofrendas de otro tipo más allá de las rurales: armas y corazas de bronce y hierro; eran armas como botín de guerra. El donante quería expresar el agradecimiento por regresar a casa sano y salvo.

La inmensa cantidad de armas hacen pensar que dejó de ser un santuario de carácter local.

La popularidad del santuario, en esas primeras décadas del siglo, no dejó de aumentar. Y supuso un decisivo punto de inflexión a su configuración como gran centro religioso.


Reconstrucción ideal del Templo de Zeus, en Olimpia.


De Santuario a Festival

Naturalmente si hay algo que aún conservamos de nuestros ancestros griegos es la capacidad para dar una evolución lúdica a cualquier acto sagrado. Olimpia es un excelente ejemplo de ello.

En pocas décadas se convirtió en el lugar preferido por los griegos emigrados para encontrarse con sus parientes y paisanos. La repentina afluencia de peregrinos sólo podía desembocar en una ampliación del santuario.

Y con ella Olimpia se convirtió también en un punto de atracción de muchas personas que acudían a los santuarios por otros motivos que los estrictamente religiosos.

Es lógico que los visitantes venidos de muy lejos esperaran encontrar un emocionante programa de festejos. Y era un lugar idóneo donde las hazañas se hacían eco.

Y los hombres deseosos de fama comenzaron a competir, hasta que llegó la idea del atleta.


Exvoto de la Grecia arcaica, siglo VIII a.C.; ofrendas a los dioses.




16 comentarios:

Bea Magaña dijo...

Bien, más Historia, para que nos culturicemos. Gracias. Sabes que me encanta cómo lo explicas, ¿eres o has sido profsor en algúna ocasión? Me recuerdas a uno de mis profes preferidos del instituto, aunque él era de Literatura; me dio muy buenos consejos para llegar a ser una buena escritora, y creo (quiero creer) que sus enseñanzas no cayeron en saco roto.
Tu blog cada día tiene más éxito, enhorabuena.
Te voy siguiendo...
¿Te he dicho que me muero por leer Éter? (qué niña más pesada, lo sé; pero recuerda que te dije que si me gustaba Tres Profecías te iba a acosar hasta conseguir leer el resto de la saga)

Jordi Nogués dijo...

Tus aportaciones, como siempre, positivas e interesanes, Bea.
Creo que Éter saldrá antes de lo previsto, ya te diré algo.

Un abrazo

Bea Magaña dijo...

Bieeeeeeeeeeeen!!!!
Mis plegarias están siendo escuchadas y respondidas. ¡Gracias, dioses!

Jordi, ésa es una muy buena noticia, no sólo para mí, como lectora y fan tuya, sino para ti, sobre todo para ti. No te deseo suerte porque tienes algo mejor: talento. Pero sí te deseo que los dioses te concedan todo el éxito del mundo.

Bien, voy a poder leer Eter pronto, qué bien!!!
8)
Ah, un abrazo (mi entusiasmo me vuelve maleducada, disculpa)

Saru dijo...

Con tus entradas, rememoro mis clases de historia clásica. Gracias!!

Jordi Nogués dijo...

Bea: no está del todo confirmado, pero así apunta el tema. Gracias por tu entusiasmo. Este miércoles ha sido brillante y fecundo en noticias y posts.
Saru: gracias por pasarte por aquí; siempre serás bienvenida.

En cuanto acabe los dos capítulos del monográfico voy a colgar relatos paralelos a la trama de Tres Profecías.
Ya os informaré.

Anónimo dijo...

como soy una cotilla redomada (viene de familia) quedo espectante a lo que cuelgues por estos lares

Anónimo dijo...

y suerte con el nuevo libro!! que también espero poder leer pronto

Besicos y abracicos

barbara dijo...

me ha encantado tu libro además eres bastante guapo. soy de lleida me gustaria quedar a tomar algo y saber cuando sacarás tu próxima novela

Jordi Nogués dijo...

Susana- Bárbara: el próximo libro saldrá a principios del año próximo; ya os informaré por aquí en cuanto sepa algo más preciso.

Bárbara: gracias por tus halagos pero no deseo nada más allá que una comunicación escritor-lector.

Un saludo

Anónimo dijo...

muchas gracias por la información Jordi, estaré pendiente de tu blog de cualquier novedad, ya que tu libro la verdad es que me ha enganchado bastante y ando impaciente por seguir leyendo la saga

barbara dijo...

entendido pues lo dejamos asi, me mantendré a la espera de los demás libros

Anónimo dijo...

Me he leído el libro i me ha encantado i he alucinado, me muero por leer la segunda parte.

Jordi Nogués dijo...

Vaya, anónimo, gracias por tus buenas palabras.
Estamos ya con Éter (la segunda parte) y creo que te va a gustar más que Tres Profecías, ya lo verás.
Un fuerte abrazo

Nono dijo...

he leido tu libro, me lo dejó mi hermana y me parece cojonudo

Jordi Nogués dijo...

Gracias, Nono; me alegra que te haya gustado. Eso es lo más importante para un escritor.
Estamos en contacto, amigo.
Un abrazo.

Nono dijo...

gracias!! por supuesto, por cierto mi nombre es Dioni = Nono cosas de hermanas (a veces molestas pero a la mia la quiero un montón me ha cuidado como una madre), cansinas hasta decir basta y al final todo el mundo me llama así